martes, 20 de mayo de 2008

Nunca llueve a gusto de todos

El refrán "En abril aguas mil" está siendo atacado por el cambio climático. Tras varios meses de sequía las nubes y los chubascos inundan gran parte del país.

En la capital aragonesa llueve día sí y día no. Las nubes tormentosas ya forman parte del paisaje y el paraguas es un aliado que siempre se lleva a mano "por si las moscas". En el campo estarán contentos pero por la parte que les toca a los trabajadores no tanto.

Las lluvias han obligado a paralizar gran parte de las obras de Zaragoza, en especial todas aquellas que en menos de un mes han de estar finalizadas. Un agobio permanente va de la mano de aquellos que sin prisa pero sin pausa han de tener todo listo en el plazo dictaminado.

Las obras del futuro apeadero de "El Portillo" están sufriendo un notable retraso debido a las inclemencias del tiempo que obligan a trabajar hasta altas horas de la madrugada ya que, durante el día, el agua es la protagonista.



3 comentarios:

Elena García dijo...

Obras, Expo, Expo, obras.... Y encima ahora el tiempo dificulta todo!!! A ver si se resuelven tus conflictos tecnológicos y se te sube bien el video, jeje. El único fallo que veo es "en abril aguas mil". Habría sido mejor algo en plan "como agua de mayo" :-P

IceFire dijo...

La verdad que las lluvias en las ciudades suelen causar más mal que bien, y si encima son tan seguidas... ufff. Tiene que ser bastante horrible estar currando en una obra y tener que parar porque no se puede seguir por la lluvia (y si te cambian el turno a noches ya ni te cuento).

Ana Cortés dijo...

No era bastante con que nos retrasasemos ya solos que la lluvia tenia que poner su granito de arena. Muy buena entrada, rapida de leer. Besos.